viernes, 9 de junio de 2023

Municipio de Naucalpan profundamente clasista

 Naucalpan es una zona bastante amplia cuyos límites son difíciles de delimitar ya que las precisiones geográficas estandarizadas no siempre se corresponden con las apreciaciones y límites representados por sus habitantes, quienes sectorizan el barrio de acuerdo a patrones subjetivos propios.

El gran predio que comprende Naucalpan esta dividido en tres sectores economicos: I, II y III.
La marca de la zona es la heterogeneidad en su constitución, es decir, que no presenta un patrón o común denominador que la caracteriza de una sola manera.

Al sector I tuvieron acceso familias con niveles educacionales y socioeconómicos medios y altos, hecho que se manifiesta en la construcción de las viviendas y en la variedad de situaciones laborales y financieras, colonias como Satelite, Lomas de Occipaco . En sus orígenes (hace ya más de 50 años) el barrio estaba pensado para alojar principalmente a los profesionistas y burocratas que trabajaban en el DF y en el gobierno de la zona.
Actualmente este lugar está sufriendo una desvalorización tanto material como simbólica, ya que es calificado desde la perspectiva de sus propios habitantes como peligroso, inseguro y sufren una invasion de gente de bajo nivel social. A estas crecientes representaciones negativas de la zona se suma el hecho de que las familias de mejores ingresos se mudan y buscan vender sus casas, o en su defecto, tratan de aislarse dentro del propio territorio, con medidas de seguridad que van desde la construcción de bardas, accesos privados, vigilancia privada, hasta la adquisición de armas de fuego para uso particular. Los argumentos que motivan estas prácticas están vinculados directamente con la población que rodea los fraccionamientos, conformada por otros barrios de características marginales (el mas claro ejemplo, Lomas verdes, junto a Praderas de San Mateo) con altos índices de delincuencia.




El sector II de Naucalpan no tiene una delimitación precisa en términos geográficos, más bien se lo identifica con la referencia a las colonias que no son residenciales, pero estan bien ubicadas, los habitantes "no se averguenzan" de comentar en donde viven. En estos predios había una considerable cantidad de terreno que se ocupaba para contar con areas industriales y demás comercios, elementos propios de la actividad del municipio. En palabras de los vecinos, todo este lugar era feo pero "centrico". Esta dinamica funcionó hasta los años noventa, de manera ya restringida, pero mantenía su estructura y algunas de sus actividades.


Teniendo en cuenta información brindada por familias asentadas en este sector II, se estima que la población nueva de este asentamiento tiene una antigüedad de siete a diez años aproximadamente. Muchos de los vecinos no se conocen entre sí y afirman tener una gran desconfianza hacia los otros. Este hecho tiene su origen en las numerosas narrativas que circulan en el vecindario, como ser las historias de cárcel y asesinatos perpetrados por algunos vecinos, quienes habrían huído de otros barrios peligrosos y se resguardan en esta zona. Estos relatos que tienen como epicentro a los desconocidos generan la ruptura o la dificultad de establecer lazos vecinales solidarios, ya que se percibe en general cierta carencia del sentido de pertenencia al lugar. De hecho, muchas de las familias de estos asentamientos reconocen que no les gusta la zona pero que no tienen donde vivir, y sostienen que si podrían mudarse lo harían. En este sentido, los habitantes deciden permanecer en el lugar por el hecho de tener algunos familiares cerca, lo que les posibilita sostener los lazos de solidaridad y seguridad, ya que la proximidad de gente amiga o familiares otorga también un sentido operativo a tales relaciones sociales. Esto, visto desde el contexto interno de Naucalpan, muestra cómo las relaciones que se establecen entre los tres sectores de la misma se construyen sobre la base de intercambios materiales, economicos y afectivos entre los pobladores. (clasismo)


No nos olvidemos que en este reciente asentamiento viven conocidos, amigos y familiares de los habitantes de los otros sectores. Así, la articulación del lazo social de Naucalpan en su conjunto, ya sea entre vecinos o entre sectores, adquiere formas diferentes que dan cuenta de las distintas representaciones y de los sentidos que les otorgan a las relaciones interpersonales, siendo éstas más o menos positivas, duraderas, y recíprocas.


Sin embargo, una característica sumamente importante que contribuye a la dificultad de sostener en el tiempo estos lazos sociales positivos entre vecinos es la inestabilidad habitacional de los habitantes, ya que es reiterada y sistemática la circulación de discursos que amenazan anticipando un seguro desalojo de todas las familias que viven en habitaciones que no pueden pagar. Esta sensación de inseguridad, en este caso territorial , puede ser considerada un factor determinante en el incremento de la violencia en la zona, ya que muchos de los sujetos transgresores no sienten la necesidad de establecer ciertas reglas de convivencia con sus vecinos. No comparten una historia en común y experimentan una fuerte sensación de desapego a la comunidad naucalpense, tomada muchas veces como lugar de tránsito, no como un lugar con la posibilidad de proyectar una vida a largo plazo.


El sector III

Las familias del sector III se conocen en su mayoría y, por lo tanto, las formas de intercambio social y material son más comunes y sostenidas en el tiempo. Los habitantes de este lado de Naucalpan son los que continuamente marcan la diferencia con el sector próximo, que es el II. Estos límites dentro de Naucalpan están regulados por las representaciones sociales de estigmatización desde afuera y desde el interior de la misma. El incremento de la delincuencia puso en el escenario público a las zonas populares y éstas a su vez comenzaron a dividirse en sectores imaginarios según el grado de peligrosidad adjudicado a sus pobladores. Dentro de este contexto, los jóvenes son el foco de atención ya que las nuevas prácticas vinculadas al delito (por lo general de menor escala o raterismo), el consumo de drogas baratas y las nuevas formas de sociabilidad (como son las reuniones diarias en las esquinas o al final de los pasillos, donde se consumen las drogas y el alcohol), además de marcar una fuerte “amenaza” para los demás habitantes de los barrios constituyen, en su conjunto, la cultura de los denominados “chavos banda”, quienes representan actualmente los peligros para la gente. Ante ellos, los vecinos toman medidas de seguridad e instalan nuevos mecanismos de relaciones sociales, que intentan sobrellevar posibles situaciones de riesgo.


Características generales del Sector III: Esta etnografía se desarrolla, en su primer tramo, en la zona conocida como "el Toreo" 4 Caminos de "el molinito" a "Los cuartos" y, paralelamente, sobre calles internas y las vías del ferrocarril, de ambos lados. Los terrenos del lugar presentan notables desniveles y la distribución del espacio es irregular. Esto se debe a un procedimiento generalizado que consiste en apropiarse de espacios fiscales y redistribuirlos en posteriores ventas a quienes los solicitan y llegan a un acuerdo con el “dueño” de la tierra.


Otro tipo de adquisición de los terrenos es la donación o préstamo de los mismos por medio de relaciones y acuerdos familiares y de amistades entre vecinos. Esta práctica ya agotó sus posibilidades porque actualmente no quedan espacios libres debido al pronunciado crecimiento demográfico de la población. Las casas, en su mayoría, están construidas con materiales de recolección callejera: chapas, cartones, plásticos y paredes de madera. Son pocas las casas hechas con ladrillo y un gran número de ellas están en proceso de construcción. El promedio de personas que viven en cada unidad familiar varía de acuerdo al número de hijos y nietos de sus integrantes. Se registran numerosos casos de hogares extensos (con numerosa prole) y complejos (con parientes lejanos y-o allegados). Además se encontraron numerosas “redes familiares” o “familias cluster”: es decir, ramilletes de hogares emparentados por ambos lados de la pareja, habitando viviendas diferentes, pero próximas .


Así, los hijos de una familia que se constituyen como grupo familiar al casarse o juntarse con una pareja, por lo general, construyen una pieza, o en su defecto ocupan una habitación de la casa de uno de sus padres para vivir. Este hecho favorece la constitución de estos núcleos familiares complejos que establecen diversos mecanismos de subsistencia y apoyo moral y económico.


Este sector está desprovisto de instituciones estatales de educación, salud y seguridad. Los chicos concurren a las escuelas y centros sanitarios más cercanos a su zona. Ante la necesidad de asistencia policial deben dirigirse al "Palacio Municipal", ubicado en otro de los barrios que colindan con esta zona. Esta ausencia de los servicios asistenciales públicos en el lugar es un problema recurrente al que aluden los vecinos, que definen a este sector como totalmente olvidado del resto, llegando a considerarse abandonados y sin ningún tipo de respaldo estatal.


Se realizan movilizaciones, seminarios y charlas para los habitantes del barrio por politicos del PAN, el PRI y recientemente por Morena. Por su parte, los vecinos definen y califican a estas actividades como “cosas de ellos”, pero a los que hay que “llevarles la corriente” para no buscarse broncas. Así, muchas veces, asisten a las marchas y movilizaciones por tener una relación de dependencia economica con los organizadores de estos partidos politicos, más que por poseer ciertas convicciones que crean justas de defender. Los vecinos afirman que las modalidades de empleo e ingresos económicos de esta zona nunca fueron sostenidas por trabajos de tipo estable. Son excepcionales los casos de trabajadores “bien pagados” que realizan además algún tipo de actividad especializada. 

Así, la mayoría de los hombres de esta población afirman tener o haber experimentado desde el punto de vista ocupacional sólo actividades inestables, de baja remuneración y sin cobertura social. Si intentamos hacer una clasificación, podemos decir que un primer grupo está integrado por peones y obreros de la construcción. Este empleo está ligado al tiempo de duración de una determinada obra y a la demandas del mercado. Así hay períodos de desocupación irregulares que pueden variar de semanas a meses. El segundo grupo está relacionado al trabajo ambulante. Este empleo no es exclusivo de un género –el hombre- ni de una determinada edad –los mayores- sino que participan de él también las mujeres y los niños. 
Éstos últimos cumplen el rol de “limosneros” o para que "den lastima" y sus padres tengan mas ventas, o de algún conocido que los lleva a trabajar. 

El tercer grupo está más vinculado a formas de empleo informal como la recolección fuera del barrio de diferentes tipos de materiales como ser cartón, vidrio, plásticos, huesos, cobre, papel, etc., para su posterior venta a terceros. Aquí encontramos también los distintos tipos de “comerciantes” que se consiguen esporádicamente y que constituyen un ingreso escaso e irregular a la economía familiar, entre ellos están los vendedores ambulantes de verduras, herramientas viejas y oxidadas, ropa usada, articulos robados.


el quinto grupo las  empleadas domésticas. Dentro de este grupo podemos mencionar  a las jóvenes y no tan jóvenes que trabajan en los fraccionamientos residenciales del rumbo: Interlomas 

Otro grupo son los miles de jovenes que  realizan distintos tipos de actividades ilegales como una forma mas o menos regular de obtener recursos según la circunstancia laboral del momento. Es interesante resaltar en este punto la naturalidad con que los jóvenes que no delinquen justifican la elección ilegal de los otros pares, argumentando que muchas veces no queda opción porque la crisis laboral se torna insostenible. entre estos encontramos a vendedores de drogas, raterillos, y hasta secuestradores

Otro grupo que encontramos son algunos negocios o almacenes precarios, carnicerías, verdulerías, quinielas y puestos particulares en los mismos domicilios de venta de sándwiches, "micheladas" bebidas, dulces . 
El noveno grupo está integrado por beneficiarios que realizan distintas actividades en el marco de los “Programas de AMLO”, cuyos trabajos consisten en enredar a vecinos, con discursos trillados de politica socialista y colaborar en centros sanitarios, escuelas y lugares públicos del barrio, como ser las plazas, grutas y las calles para "promocionar" a la 4ta transformacion de Lopes Obrador

Asistencia Estatal de AMLO: su doble estatuto social.
Los numerosos planes sociales que están en vigencia en el municipio de Naucalpan repercuten directamente en los mecanismos de funcionamiento de los hogares de los barrios populares. En la actualidad tener un "beca" equivale a contar con un ingreso mínimo pero seguro mensualmente que otras actividades informales no lo generan. 

En el discurso de los vecinos circula la idea de que las becas constituyen una ayuda pero que no son suficientes, mucho menos después de la ola inflacionaria que está viviendo el país. El dinero no alcanza y los reclamos se hacen oír, denunciando que lo que realmente hace falta son posibilidades de empleo y organismos estatales que brinden las coberturas asistenciales necesarias para las personas de la zona. Sin embargo, el hecho de opinar que los planes sí benefician a la población carenciada no invalida posturas diferentes con respecto a su repercusión en la vida práctica y cotidiana de los habitantes, quienes sostienen fuertes cuestionamientos al sistema de organización y distribución de dichas becas.

La presencia de becas para estudiantes, ancianitos, mamas solteras es un fenómeno implementado por el gobierno nacional de Mexico desde la última crisis económica que experimentó el país. Constituyen planes sociales de emergencia destinados a solventar los gastos de la canasta básica de sectores carenciados y marginales de la sociedad. La finalidad que  persiguen es ayudar a las familias a sostener la educación y la alimentacion  de los chicos. 

El análisis de los efectos de los planes en las dinámicas laborales de los vecinos muestra una red sumamente compleja de relaciones y posibles sistemas paralelos de “pseudo-empleo”, que en algunos casos agudiza los procesos de desocialización o no influye positivamente en la economía y sostén económico de los hogares afectados por la crisis.

Este pseudo-empleo se evidencia en la falta de coordinación que exponen los entrevistados con respecto a los horarios de trabajo que fijan los planes, imposibilitando el desempeño en otra actividad que genere ingresos complementarios. A esta primera observación se suma el hecho de que la interpretación que hacen muchos beneficiarios de las becas  es que si consiguen un empleo temporal pierden la beca que promete ser más estable, lo que genera que muchos miembros de las familias intenten vivir con este presupuesto y continúen paliando la economía familiar mandando los chicos a cumplir con  el ciclo escolar o sólo enviándolos más o menos periódicamente a la escuela con el único fin de obtener los certificados de asistencia, necesarios para la renovación de las becas. 


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