viernes, 9 de junio de 2023

La desindustrialización de Naucalpan

Mientras permanecieron activas, las fábricas fueron elementos centrales de Naucalpan, tanto por el rol que cumplieron en su configuración, como por las particularidades del mundo del trabajo y también por la forma en que extendieron su presencia hacia el resto del barrio. 

Los modos de vida que se dieron en el barrio estuvieron profundamente influenciados por esta estrecha unión de los espacios de trabajo, recreación y vivienda. Esta vinculación no obedece sólo a un asunto de proximidad, sino que estuvo determinada particularmente por algunas características de las fábricas del barrio de Sanbar y que fueron fundamentales para la construcción del barrio de sus habitantes y de la identidad del barrio. 

EL TRABAJO EN LA FÁBRICA 
Una característica general del mundo laboral previo a la década de 1980, donde caen los trabajos fabriles, fue que lograron retener a sus trabajadores por largo tiempo, siendo común para la época trabajar “toda la vida” en un mismo lugar.

Se salía del lugar de trabajo pero éste seguía ahí presente, todos los vecinos, sino eran compañeros de faena, eran testigos de los trayectos cotidianos -de la casa al trabajo y del trabajo a la casa- que permitía identificar a los obreros y empleados fabriles no sólo con ciertas actividades, sino sobre todo con lugares y objetos concretos De este modo, para este tipo de habitante del barrio, el trabajo se volvió un sello identitario que daba identidad en el barrio.

Los mecanismos de contratación fueron otro medio que contribuyó a reforzar el vínculo con el trabajo, al tenderse a privilegiar el contrato de personas que tenían parientes o referencias cercanas al interior de las fábricas.

Los vínculos que se traían desde fuera de la fábrica se reproducían en este nuevo espacio adoptando nuevas dimensiones al entrar dentro de la lógica de división del trabajo y del mundo laboral. La propia experiencia del trabajo se reforzaba además al hacerse parte también de la experiencia del núcleo familiar y del círculo más cercano
Nuevos vínculos también se formaron en este espacio del trabajo (existen muchos casos de chicas que  conocieron a su marido en la Gillette de  Naucalpan de Juarez; Estado de México, despues de haber "andado" con varios de la fabrica)

El vínculo con el trabajo también estuvo fomentado activamente por las propias empresas. Junto a un estricto control de la producción, las empresas del barrio se esforzaron en desarrollar estrategias orientadas a fortalecer la fidelización de los trabajadores con la empresa e incluso con la figura misma de sus dueños. Estas estrategias se caracterizaron por trascender lo meramente laboral, extendiendo la influencia de la fábrica más allá del tiempo y lugar de trabajo.

Dentro de estas estrategias las más eficaces fueron aquellas que se orientaron al pago de tiempo extra laboral, asi como fiestas, actividades deportivas y culturales. Destacándose especialmente las “fiesta del dueño” el paseo anual a Cuernavaca y el “día del cumpleañero” (en honor al trabajador)

Se elegían reinas de belleza y de las mismas trabajadoras y cada sección de las fabricas, como trabajaba tanta gente, elegía su reina. (…) y era muy bonito, estaba el patron ahí, se hacía la coronación de la reina, con barra, con orquesta, si era muy bonito. (Valentina, vecina de Naucalpan que trabajo de obrera en los años 80)

Además de estas celebraciones, cada empresa fomentó el desarrollo de actividades culturales – coros, orquestas, grupos folclóricos y de teatro y deportivas, (existia un torneo de futbol en los campos junto a la vieja carretera  Naucalpan-toluca)  desde donde surgieron nuevas formas de asociatividad. De este modo, los compañeros de trabajo también pasaban a ser compañeros de equipo o parte del mismo grupo coral, que siempre llevaba el nombre de la empresa, el de su dueño o de la sección a la que se pertenecía. La presencia en el barrio de los equipos de futbol permite comprender la relevancia que las estrategias de carácter deportivo tuvieron para los trabajadores fabriles y  también para todo el barrio en su conjunto. Ambos representaron una extensión de la fábricas hacia el barrio bajo un carácter distinto al productivo pero en el que nunca faltaba la referencia a la empresa


Las constantes referencias al nombre de la empresa o sus dueños que se encontraban en los equipos, campeonatos y espacios donde se desarrollaban estas actividades dan cuenta de la intención de generar una fidelización o inclusive una identificación de los trabajadores con las empresas a las que pertenecían. Estas medidas pueden ser entendidas como acciones de carácter profiláctico que apuntaban a la formación de un tipo ideal de trabajador, al que por medio de la influencia de su tiempo de ocio se le mantenía alejado del alcohol y otros vicios, creando ciudadanos utiles a su familia y a la sociedad.

Las fábricas no fueron sólo relevantes para quienes trabajaron en ellas y tampoco fueron espacios herméticos dentro del barrio. Por el contrario, su influencia fue más allá del propio mundo del trabajo

Esos años estuvieron acompañados por la imagen del ir y venir de miles de trabajadores que llegaban cotidianamente al barrio.
A primera hora de la mañana aparecía también el tren, que avanzaba por la Avda. Rio Hondo y pasando junto a El Molinito  y los camiones "guajoloteros", que llegaban hasta Tacuba. , los vecinos   se habituaron al paso del tren. No era sólo ver, escuchar o sentir el tren, los vecinos que vivian junto a las vias se habituaron a compartir el mismo espacio de circulación con el Ferrocarril, aprendiendo a convivir con él como si hubiera sido un vecino más del barrio. 

La influencia de las fábricas en el barrio se vivió tanto desde una experiencia sensorial como a través de los distintos espacios de socialización y recreación. Lo vigente que aún se encuentra esta memoria en el barrio, junto al reconocimiento de los antiguos espacios fabriles como sus principales hitos o lugares significativos permiten hacer un reconocimiento de lugares como "El Monumento al Obrero, mejor conocido como el “Mono de fierro”

La convivencia entre vecinos dio paso también a la formación de redes de solidaridad y ayuda mutua, como las cazueladas  organizadas para las familias de los trabajadores durante las huelgas, colectas para funerales, bingos en apoyo de quien estuviera cesante y kermeses, ejemplos de la vida comunitaria para los niños de esa época. 

Celebraciones en  las navidades. A esto se le puede sumar la acción más formal de las Juntas de Vecinos que trabajaron para hacer mejoras al barrio, como la pavimentación de calles y veredas y el aumento de la luminaria pública, a la vez que prestaron apoyo a los vecinos
Fue en este espacio donde se aprendió a convivir entre vecinos, junto a quienes  aprendieron los referentes históricos, espaciales y los códigos conductuales necesarios, donde se establecieron vínculos fuerte y donde se forjó con mayor fuerza el sentido de barrio. 

Estos factores son fundamentales para la comprensión de los efectos de los procesos de desindustrialización en el barrio de Naucalpan. 

LA DESINDUSTRIALIZACIÓN DEL BARRIO DE NAUCALPAN: CIERRE DE FÁBRICAS

En el caso de las empresas Textiles, su cierre estuvo vinculado a la coyuntura política, social y económica que se vivió en el país durante las décadas de 1970 y 1980. Los convulsionados cambios que culminaron en su cierre definitivo se iniciaron con la elección de  sindicatos independientes y la posterior toma de las fábricas por parte de lideres con tintes seudo comunistas.
Frente a las acciones de los trabajadores textiles sindicalizados el gobierno no tuvo otra salida que hacer cumplir con los requerimientos que estos pedian a todas las grandes empresas de Naucalpan, para despues llevarlas a la quiebra con tantos saqueos.

Cuando comenzó la liberalización de la economía  y  se firmo el TLC se tuvo que enfrentar a la competencia de productos textiles más económicos provenientes de países como China e India y las fuertes alzas del dólar que hacían cada vez más difícil la importación de algodón, principal materia prima empleada para la elaboración de textiles, llevo a la ruina a mas empresas.. 

Los elevados costos de producción y la fuerte competencia que enfrentaban con la apertura de las importaciones hacían insostenible mantener la rentabilidad de las empresas junto a las garantías conseguidas por sus empleados en más de diez años de negociación y enfrentamiento. varias fábricas no pudieron negociar con los trabajadores, a quienes se les ofrecía reducir sus sueldos a cambio de no realizar despidos. Frente a la negativa sostenida de los trabajadores, los escasos recursos  fueron destinados a rematar las  fábricas  y se iniciaron los despidos masivos que terminaron con el cierre definitivo de muchas fábricas.


El cierre de las  fábricas  mas grandes y la desactivación del ferrocarril Rio Hondo-acambaro fueron el preludio de la transformación de Naucalpan Surponiente, a la vez de una transformación mayor del país que dentro de sus múltiples manifestaciones estuvo el cierre de un gran número de fábricas. 

Luego de un período de ajuste, el sector industrial comenzó a mostrar signos de reactivación desde mediados de la década de 1990, llegando a recobrar para los años 1995 sus niveles de participación en la economía local. Solo que hubo un cambio, ya no regresaron las enormes fabricas y presentaron nuevas maquiladoras y en mayor numero distribuidoras, almacenes e importadoras de productos chinos de bajo costo, pero de pesimas calidad.

Pero como se ha señalado, se trató de un nuevo tipo de industria que respondía a las exigencias del nuevo paradigma modernizador -el modelo neoliberal- y que optó por nuevas localizaciones dentro de la ciudad distintas al antiguo anillo pericentral. De este modo, la recuperación de la actividad industrial no significó una reactivación para la mayor parte de las antiguas fábricas, perdiendo con ello también los barrios que las habían acogido su tradicional función productiva. Las nuevas lógicas industriales, junto la mayor conectividad y articulación de los transportes, impidieron que se formaran barrios residenciales junto a las nuevas fábricas, como lo fue en decadas pasadas y otros barrios fabriles que caracterizaron a la ciudad de Naucalpan
De este modo, el barrio gradualmente fue perdiendo el carácter industrial que lo había caracterizado. Dejó de recibir a los miles de trabajadores, las sirenas se silenciaron y la fumarola de las chimeneas y locomotoras ya no coronan al barrio. Las antiguas estructuras fabriles permanecen como huella del pasado industrial del barrio; pero la esencia de ese paisaje se perdió con el cese de las actividades productivas

Estos espacios en desuso quedan como vestigio de la historia reciente del barrio, de la vida que lo caracterizó y como objetos de la memoria colectiva. Las fabricas abandonadas  permiten dimensionar lo significativos que resultan en términos espaciales las antiguas industrias así como las distintas evoluciones que han seguido. Sigue presente la pregunta sobre cómo estas transformaciones afectaron los modos de vida y la percepción que sus habitantes tienen de su barrio. Se vuelve una vez más sobre las voces de los habitantes locales, para poder comprender cómo estas transformaciones fueron vividas por sus vecinos y la percepción que hoy se tiene sobre los efectos que generaron en la vida del barrio.

PERCEPCIÓN DE LAS TRANSFORMACIONES DEL BARRIO ASOCIADAS A LA DESINDUSTRIALIZACION: ¿UN PROCESO INVISIBLE?

En vista de la pérdida del atributo fabril del barrio y considerando la relevancia que este tuvo en la configuración y desarrollo de la vida del barrio, se esperaba que la desindustrialización fuera considerada por sus habitantes como uno de los principales cambios por los que había pasado su barrio en el último tiempo. Sin embargo, la desindustrialización del barrio no fue un tema central para sus habitantes 




Cambios en la socialización de los naucalpenses

¿Qué se entiende por violencia? 
¿Cómo los jóvenes de Naucalpan son “señalados”?

La opinión pública deposita en las zonas populares de Naucalpan el origen de la “ola de violencia” que azota a la población en su conjunto, hecho que contribuye a que se generen mapas imaginarios en los que se territorializan los focos de peligro. Este mapa del delito es usado principalmente para mantener un alerta constante en la población que debe tratar de alejarse de estos sectores “infestados” de delincuentes y “gente de mal vivir”. Este difundido estereotipo afecta la imagen propia que la gente de los barrios de Naucalpan tiene sobre sí misma y el barrio.

Cuando se les pregunta si hay hechos de violencia en el barrio comienzan argumentando que gente de la colonia no es,  lo que la gente de afuera dice o como siempre muestra la televisión. Afirman que saben que “…la otra gente cree que todos los que vivimos en una zona popular somos delincuentes y que vivimos una vida fácil, que vivimos de robar…y no es así…acá también hay gente trabajadora y bien…ustedes han visto, hay de todo, como en todos lados…”. Este enunciado esquematiza las representaciones sociales de las que se saben portadores los chicos del barrio y apelan a sostener al mismo tiempo que el barrio no es como dicen “los otros” o al menos no es tan diferente al resto de los sectores de la sociedad en general. Una vez hecha esta aclaración, que consideran de suma importancia, vecinos de la Mancha agregan que en esta área no se registran situaciones de violencias, como ser peleas entre vecinos o entre chicos de la calle, siendo el sector más tranquilo del barrio. 

Con respecto a las problemáticas que las prácticas delictivas acarrean al barrio, hacen la misma salvedad: “…por lo menos aquí es tranquilo…no se dan los 10 robos…cada uno esta en su casa…”. Pero esta aparente tranquilidad de la zona luego, en otras charlas, adquiere nuevos significados ya que las mismas personas que sostenían que no hay episodios de violencia ni robos relatan cómo se alteraron las rutinas del barrio de un tiempo a esta parte. Cuentan cómo ya no pueden salir y dejar la casa sola, ni a los chicos solos, que deben guardar todos los objetos y ropa adentro de la casa, incluso cuando está la familia realizando alguna actividad en la vivienda: “… has dejado algo en la calle, el carro, la moto italika  y ya te lo han llevado…”. De manera más reservada confiesan también que muchas veces tienen que hacer oídos sordos a los insultos de los “mocosos borrachos y drogados esos que pasan pidiendo para "el pomo"…todo para seguir en su desmadre…”. Como vemos estas situaciones, lejos de significar pura tranquilidad, instauran nuevas pautas de acciones en los vecinos, que intentan mantener un estado general de calma frente a los comportamientos y amenazas de los más jóvenes, por lo general, hijos de vecinos del barrio. Gran parte de los actos violentos están relacionados con las acciones desbordadas de jóvenes que violan las pautas de comportamiento y convivencia que funcionan en el barrio. Con esto no se quiere decir que haya un sistema específico de reglas que todos los habitantes del barrio  respeten, de hecho no es así, pero sí existen, especialmente entre los miembros de las familias numerosas y los vecinos más allegados, una especie de consenso con respecto a los favores que se pueden solicitar y a las normas de convivencia que deben estar presentes para no perjudicar al otro. 

Un ejemplo simple de esto es no meterse con el hijo del vecino que es vendedor de droga, si estacionan su auto donde quieren  etc. Como vemos, las relaciones entre vecinos se ponen en juego o en crisis constantemente en el interior del barrio y esta crisis no se resuelve de una única manera, sino que van apareciendo diferentes formas particulares de resolver los conflictos, de acuerdo al contexto y a los participantes específicos del problema. La violencia en el barrio tiene muchas formas y la frontera que separa lo que está bien o no hacer también muestra oscilaciones entre los habitantes. Así, determinados hechos violentos son considerados “aceptables” mientras que otros no son justificados de ninguna manera por ser considerados destructivos de la calidad de vida del barrio. Dentro de cada familia  se establecen ciertos códigos que legitiman determinadas violencias “válidas” y repudian otras “no aceptadas”, hecho que deja entrever una dinámica propia que necesita ser desarrollada de manera exhaustiva. Nos detenemos en los casos de Margarita, su madre y su hermano Ezequiel. El ejemplo de Margarita  citado anteriormente es doblemente significativo, ya que además de la experiencia de abandono de sus padres, actualmente presenta problemas de violencia física ejercida por su madre. Los disparadores de estos hechos pueden ser diversos: lavar mal la ropa, no haber cocinado en tiempo y forma, haber demorado en hacer alguna compra, etc. Las golpizas suelen dejar severas marcas en su cuerpo: moretones, rasguños, hematomas. Ante este hecho los vecinos muestran su disconformidad y utilizan formas simbólicas de desaprobación como ser no saludando a la madre, y advirtiendo de manera secreta a la chica que debe concurrir al palacio municipal  de Naucalpan y poner una denuncia por maltrato. El lema de casi todos los vecinos es “no meterse en problemas ajenos…ellos en su casa y yo en la mía…”. Este consenso de no intervenir activamente en los distintos fenómenos de violencia en los núcleos familiares se sostiene mediante el argumento de que una supuesta intervención acasionaría la agudeza y el descontrol del conflicto inicial, generándose así una ola de violencia y promoviendo enfrentamientos que muchas veces terminan en episodios sangrientos con la consecuente enemistad entre vecinos y amigos a favor de una parte o de la otra. 
La ayuda o solidaridad en estos casos va por otras vías más íntimas o discretas que intentan brindar algún tipo de ayuda pero sin exposición directa de identidades. Esto puede tener que ver con el intento por preservar el lazo social que une a los vecinos, en este caso muy próximos entre sí. Se arriesga esta hipótesis ya que la misma vecina que alentaba a Margarita  para realizar la denuncia a su madre, un mes y medio después acordó en muy buenos términos, debido a problemas económicos, venderle a esta mujer un juego de sillas que le habían regalado unos “patrones” a su hermano. Como vemos, la idea de mantener esos lazos vecinales que involucran numerosos tipos de vínculos, ayudas y solidaridades, se presenta de modo más o menos consciente, ejerciendo motivaciones concretas que pesan a la hora de tomar una decisión que pueda dañar completamente ese vínculo e intercambio material entre vecinos.

(Fragmento de una entrevista: mientras pegaba tabiques y preparaba "la mezcla" , don Nicolás cuenta un episodio con sus vecinos, reflejando la problemática de los lazos sociales que intentan mantener). Observador: ¿Qué piensa de los chicos que roban? Nicolás:  a ésos desgraciadamente habría que meterlos en Barrientos (el penal de Tlalnepantla) y… por empezar a los padres, más por los padres. O: ¿Usted cree que la culpa está en la familia? N: Claro… es el padre…y ellos son los que lo tienen que guiar […] ya va a cumplir doce años, y si yo le doy calle… ¿Qué pasa? entonces ellos se empiezan a drogár, se juntan con amigos, se juntan con el otro y ya despues lo veo drogándose… - A veces el mismo padre lo corrompe, porque el mismo padre es el que va y sale a robar… N: Y muchas veces para tomar…no  lo manda a trabajar, a estudiar,  lo manda a pedir, como hace la gente del otro lao, hay una banda de chiquitos, yo quisiera que usted vea cómo tienen los chiquitos así, le ha pedío pan el otro día, a mi mujer le ha pedío pan. […] debe tener cinco años…se ha sentao ahí la chiquita, dice, yo me voy a sentar a comer pan, porque mi papá me quita.¿Entiende lo que es? ¿Cómo yo le voy a quitar un pedazo de pan a mi hija? Si, si  tiene hambre que lo coma ella, ella primero y después lo como yo. Uy! Aquí las cosas que yo veo.  Como nos ejemplifica este relato, hay hechos que son repudiados por los habitantes, considerados inconcebibles y perjudiciales, ya que dañan a terceros y rompen con los esquemas familiares tradicionales que persisten en el barrio. Así, Nicolás cuenta cómo una pequeña pide permiso para comer el pan en el patio de su casa porque de no ser así, su papá se lo quita. La consigna “los niños primero” en este caso no es valorada y produce el enojo en el vecino que siente impotencia ante estas situaciones que considera inadmisibles. Este episodio no parece aislado, ya que se agrega otro ejemplo de abuso e irresponsabilidad cometido por este papá hacia otro de los chicos, esta vez un bebé que es arrojado al aire en una maniobra altamente peligrosa y en estado de total ebriedad. La reacción de Nicolás queda caduca ya que a pesar de tener ganas,  como confiesa, de saltar la barda de su vecino e intervenir en el suceso, no lo hace y decide demandarlos de manera anónima en el DIF municipal con la esperanza de que se tomen algún tipo de medidas. A lo largo de la charla este vecino cuenta también como prefiere no meterse en problemas con los vecinos, ni con los chicos que delinquen para evitar enfrentamientos violentos que “…nunca se sabe como pueden terminar…uno se mete y por ahí termina herido o muerto…”. Agrega también que no metiéndose en nada protege a su familia de futuras represalias. En la mayoría de las entrevistas y charlas los habitantes confirman compartir una actitud de supuesta indiferencia ante episodios violentos que molestan por ser considerados ilegítimos dentro del tejido social de la zona de "La Mancha". Decimos que la indiferencia es relativa porque provoca el rechazo de los vecinos, quienes se manifiestan con denuncias anónimas e incluso con prácticas simbólicas que van desde no dirigir la palabra a los responsables del episodio hasta hacer público los hechos a los otros vecinos. Estas respuestas a la violencia familiar son altamente significativas porque por un lado, muestran ciertas pautas o reglas que un colectivo considera necesario respetar para mantener un equilibrio moral y afectivo en el barrio pero, por otro lado, cuando se presentan violaciones a estas pautas, se acude a agentes externos (a la policía como en el caso de  Margarita y a los trabajadores sociales como en este caso) a la comunidad para que actúen y restablezcan un posible orden. Sin embargo, más allá de la voluntad generalizada de evitar conflictos vecinales, las disputas entre vecinos son frecuentes, ya sea por la desaparición de objetos caseros, deudas de dinero no saldadas, asuntos de “cuernos” o intervenciones en peleas domésticas si se considera injusto el asunto y desmedidos los golpes. Estos hechos revelan, en una primera instancia, la complicada red de acuerdos implícitos y explícitos entre vecinos que comparten un contexto y vínculos particulares. 

La mayoría de las peleas entre vecinos presentan patrones recurrentes como ser conflictos durante o después de una "pachanga" entre hombres adultos o jóvenes alcoholizados generados por diversas discusiones: desaparición de objetos como telefonos celulares, dinero de alguno que estaba participando de la reunión, no cooperar para el pomo o viejas rivalidades que afloran con la ingesta de alcohol. Por otra parte, las “peleas de morras” protagonizadas por mujeres que  obedecen a variadas causas: chismes pasionales, competencia por el galan del barrio etc.. Las tardeadas  son reuniones períodicas de grupos de personas, por lo general hombres, que se hacen en casas o en pasillos y esquinas, cuyas actividades principales son el consumo de alcohol y drogas.   El primer grupo de problemáticas violentas se caracteriza por ser exclusiva de hombres y no pasar al ámbito público del barrio, es decir, no implicar a las familias o amigos de los protagonistas de las peleas. Pareciera haber un acuerdo que consiste en empezar y terminar el pleito en la calle, no extenderlo al vecindario ni a terceros. Por este motivo los vecinos explican cómo en una pelea entre borrachos “es regla” no meterse ya que “se les pasa al rato y después andan abrazados…como si nada hubiera pasado…”. Pero esto no siempre es así, ya que en otras charlas aparecen relatos que narran pleitos surgidos en una tardeada, que continúan desarrollándose hasta culminar con hechos de sangre como ser un balazo o una puñalada. Además tampoco siempre estas ranchadas permanecen aisladas del resto de los vecinos del lugar, ya que son constantes las quejas por las provocaciones que los alcohólicos o drogadictos efectúan a los vecinos que pasan por el lugar del encuentro. Como vemos, esa generalización de que las peleas de los miembros de una pandilla no llegan a mayores es bastante arbitraria y comienza a no sostenerse cuando, en medio de otros temas, aparecen numerosos relatos de hechos de violencia, cuyo origen se encuentra en las prácticas de estas reuniones.  

Varios relatos detallan pormenorizadamente como al calor de las drogas y bebidas alcoholicas surgen una serie de insultos, considerados ya un clásico por los vecinos y ocasionan algun   enfrentamiento entre familiares y vecinos que termina en un hecho de sangre. Un dato importante es que incluso entre las familias involucradas en las peleas existen parentescos consanguíneos, que actualmente se encuentran afectados por este episodio y continúan generando serias disputas que siempre amenazan con ser tan violentas como la anterior.  Tampoco resulta extraño que la discusión se torne más intensa con el agregado de los familiares y vecinos de ambos bandos. Hasta aquí la historia presenta rasgos comunes a otras historias que ocurren, a las que los habitantes consideran “broncas que no llegan a nada”. Pero el uso del arma de fuego –el fierro imprime a la escena un tinte particular porque “ya la cosa se pone seria…”, es decir, el peligro es evidente. 


 Los límites no están definidos de una vez y para siempre sino que se instauran en la medida en que las mínimas condiciones de seguridad del barrio se ven amenazadas. Un ejemplo claro de esto es el temor que producen en los habitantes “los tiros al aire” de algún vecino que intenta asustar a posibles ladrones, o los que se tiran en medio de peleas para generar un clima mayor de tensión, etc. Los tiroteos quiebran la tranquilidad del lugar y son considerados fuentes de futuros enfrentamientos, que a su vez, atraen las medidas de seguridad del cuerpo de policía de la zona y se crea un ambiente “peligroso”, además de hacer “ver mal” al barrio. Esto explica en parte porqué siempre en una primera instancia y cuando se indaga específicamente acerca de las características de la zona la mayoría de los habitantes afirma que es un lugar bastante tranquilo, sin mayores complicaciones, alejándose de una posible imagen negativa del lugar. Esto sucede en general con los vecinos radicados hace muchos años en la zona, quienes afirman tener buenas relaciones con todos los vecinos de “su época” y explican cómo la llegada de gente nueva es lo que produce “las peleas”. Así, distinguen que la violencia entre vecinos se da siempre con o entre gente que no se conocía de antes. Un primer análisis de esto puede llevarnos a pensar en la idea de pertenencia al lugar que presentan algunos vecinos, diferenciándose de los otros, vistos como los promotores del disturbio y los encargados de “arruinar el barrio”. Sin embargo, hechos como los de peleas entre familias "antiguas" de la zona, desconcierta esta visión y lleva a tratar de explicar estos sucesos como parte de las transformaciones en la sociabilidad del barrio, donde viejos patrones de convivencia dan lugar a nuevas prácticas sociales y a variadas formas de relaciones entre vecinos y familiares que responden al contexto actual, signado por profundos cambios socio-culturales que tienen su incidencia directa en la vida de las personas, sus motivaciones y su organización. 

A modo de conclusión: 

Los nodos de análisis hasta aquí expuestos presentan temáticas o ejes transversales que los relacionan de manera bastante directa. Así, vemos como los núcleos familiares estudiados están atravesados por las problemáticas de inestabilidad laboral y asistencial que presenta la zona, y sobre todo por los conflictos internos  entre vecinos y entre éstos y los jóvenes que, con sus prácticas delictivas socavan la continuidad de las “buenas” relaciones vecinales. La violencia familiar y entre jóvenes y vecinos también ocupa un lugar importante en la comunidad, conformando  distintos modos de relaciones y de reacciones entre los habitantes, que experimentan importantes cambios en los diferentes niveles del orden social del que forman parte. Este complejo de temáticas interrelacionadas explica en parte la crisis social generalizada que están viviendo los sectores populares, no sólo desde una perspectiva económica-laboral, sino también desde una perspectiva psico-social, ya que se están gestando cambios en los sistemas de valores y creencias de las personas, lo que ocasiona, a la vez, la convivencia de varios sistemas de pensamiento y acción disonantes entre sí. Por ejemplo, las delimitaciones entre lo que sería lícito hacer están presentes, es decir, hay una conciencia de ley, pero esto no equivale a decir que dicha ley regule las actividades de las personas en todo momento, ya que las diversas situaciones y contextos son los que llevan a tomar ciertas decisiones y no otras, como ser robar o no; denunciar un maltrato o quedarse callado. La violencia familiar y barrial en todas sus expresiones, el abandono de personas, la creciente delincuencia y conflictos con los grupos juveniles, la inestabilidad laboral, la ineficacia de la asistencia estatal por medio de los planes, la creciente estigmatización de los barrios, la precariedad de las economías familiares, la convivencia de diferentes consensos morales y éticos, la pérdida de estatus de las instituciones estatales –escuela, policía- etc., son algunos de los temas que despiertan el interés de los habitantes, convencidos de que están viviendo períodos de cambios significativos que afectan profundamente a la estructura social. En este sentido, no nos olvidemos que son precisamente los sectores populares suburbanos los que se ven mayormente afectados por estos nuevos procesos de cambios en la socialización, ya que el fenómeno de la violencia en todas sus expresiones, se agudizó sustancialmente, quizás como una forma de respuesta muda al resto de la sociedad, que en su dinámica de funcionamiento neoliberal produce estas sectorizaciones y divisiones sociales. El propósito de la exposición de los distintos nodos que resultaron del trabajo de campo en la Mancha,Naucalpan de Juarez es comenzar a establecer, no sin antes cotejar los diversos trabajos de investigación cuyo objeto de estudio son las áreas y habitantes marginales, las posibles relaciones entre pobreza, formacios culturales, sociabilidad y violencia que se manifiestan en los mencionados sectores con mayores índices de pobreza y victimización 


Municipio de Naucalpan profundamente clasista

 Naucalpan es una zona bastante amplia cuyos límites son difíciles de delimitar ya que las precisiones geográficas estandarizadas no siempre se corresponden con las apreciaciones y límites representados por sus habitantes, quienes sectorizan el barrio de acuerdo a patrones subjetivos propios.

El gran predio que comprende Naucalpan esta dividido en tres sectores economicos: I, II y III.
La marca de la zona es la heterogeneidad en su constitución, es decir, que no presenta un patrón o común denominador que la caracteriza de una sola manera.

Al sector I tuvieron acceso familias con niveles educacionales y socioeconómicos medios y altos, hecho que se manifiesta en la construcción de las viviendas y en la variedad de situaciones laborales y financieras, colonias como Satelite, Lomas de Occipaco . En sus orígenes (hace ya más de 50 años) el barrio estaba pensado para alojar principalmente a los profesionistas y burocratas que trabajaban en el DF y en el gobierno de la zona.
Actualmente este lugar está sufriendo una desvalorización tanto material como simbólica, ya que es calificado desde la perspectiva de sus propios habitantes como peligroso, inseguro y sufren una invasion de gente de bajo nivel social. A estas crecientes representaciones negativas de la zona se suma el hecho de que las familias de mejores ingresos se mudan y buscan vender sus casas, o en su defecto, tratan de aislarse dentro del propio territorio, con medidas de seguridad que van desde la construcción de bardas, accesos privados, vigilancia privada, hasta la adquisición de armas de fuego para uso particular. Los argumentos que motivan estas prácticas están vinculados directamente con la población que rodea los fraccionamientos, conformada por otros barrios de características marginales (el mas claro ejemplo, Lomas verdes, junto a Praderas de San Mateo) con altos índices de delincuencia.




El sector II de Naucalpan no tiene una delimitación precisa en términos geográficos, más bien se lo identifica con la referencia a las colonias que no son residenciales, pero estan bien ubicadas, los habitantes "no se averguenzan" de comentar en donde viven. En estos predios había una considerable cantidad de terreno que se ocupaba para contar con areas industriales y demás comercios, elementos propios de la actividad del municipio. En palabras de los vecinos, todo este lugar era feo pero "centrico". Esta dinamica funcionó hasta los años noventa, de manera ya restringida, pero mantenía su estructura y algunas de sus actividades.


Teniendo en cuenta información brindada por familias asentadas en este sector II, se estima que la población nueva de este asentamiento tiene una antigüedad de siete a diez años aproximadamente. Muchos de los vecinos no se conocen entre sí y afirman tener una gran desconfianza hacia los otros. Este hecho tiene su origen en las numerosas narrativas que circulan en el vecindario, como ser las historias de cárcel y asesinatos perpetrados por algunos vecinos, quienes habrían huído de otros barrios peligrosos y se resguardan en esta zona. Estos relatos que tienen como epicentro a los desconocidos generan la ruptura o la dificultad de establecer lazos vecinales solidarios, ya que se percibe en general cierta carencia del sentido de pertenencia al lugar. De hecho, muchas de las familias de estos asentamientos reconocen que no les gusta la zona pero que no tienen donde vivir, y sostienen que si podrían mudarse lo harían. En este sentido, los habitantes deciden permanecer en el lugar por el hecho de tener algunos familiares cerca, lo que les posibilita sostener los lazos de solidaridad y seguridad, ya que la proximidad de gente amiga o familiares otorga también un sentido operativo a tales relaciones sociales. Esto, visto desde el contexto interno de Naucalpan, muestra cómo las relaciones que se establecen entre los tres sectores de la misma se construyen sobre la base de intercambios materiales, economicos y afectivos entre los pobladores. (clasismo)


No nos olvidemos que en este reciente asentamiento viven conocidos, amigos y familiares de los habitantes de los otros sectores. Así, la articulación del lazo social de Naucalpan en su conjunto, ya sea entre vecinos o entre sectores, adquiere formas diferentes que dan cuenta de las distintas representaciones y de los sentidos que les otorgan a las relaciones interpersonales, siendo éstas más o menos positivas, duraderas, y recíprocas.


Sin embargo, una característica sumamente importante que contribuye a la dificultad de sostener en el tiempo estos lazos sociales positivos entre vecinos es la inestabilidad habitacional de los habitantes, ya que es reiterada y sistemática la circulación de discursos que amenazan anticipando un seguro desalojo de todas las familias que viven en habitaciones que no pueden pagar. Esta sensación de inseguridad, en este caso territorial , puede ser considerada un factor determinante en el incremento de la violencia en la zona, ya que muchos de los sujetos transgresores no sienten la necesidad de establecer ciertas reglas de convivencia con sus vecinos. No comparten una historia en común y experimentan una fuerte sensación de desapego a la comunidad naucalpense, tomada muchas veces como lugar de tránsito, no como un lugar con la posibilidad de proyectar una vida a largo plazo.


El sector III

Las familias del sector III se conocen en su mayoría y, por lo tanto, las formas de intercambio social y material son más comunes y sostenidas en el tiempo. Los habitantes de este lado de Naucalpan son los que continuamente marcan la diferencia con el sector próximo, que es el II. Estos límites dentro de Naucalpan están regulados por las representaciones sociales de estigmatización desde afuera y desde el interior de la misma. El incremento de la delincuencia puso en el escenario público a las zonas populares y éstas a su vez comenzaron a dividirse en sectores imaginarios según el grado de peligrosidad adjudicado a sus pobladores. Dentro de este contexto, los jóvenes son el foco de atención ya que las nuevas prácticas vinculadas al delito (por lo general de menor escala o raterismo), el consumo de drogas baratas y las nuevas formas de sociabilidad (como son las reuniones diarias en las esquinas o al final de los pasillos, donde se consumen las drogas y el alcohol), además de marcar una fuerte “amenaza” para los demás habitantes de los barrios constituyen, en su conjunto, la cultura de los denominados “chavos banda”, quienes representan actualmente los peligros para la gente. Ante ellos, los vecinos toman medidas de seguridad e instalan nuevos mecanismos de relaciones sociales, que intentan sobrellevar posibles situaciones de riesgo.


Características generales del Sector III: Esta etnografía se desarrolla, en su primer tramo, en la zona conocida como "el Toreo" 4 Caminos de "el molinito" a "Los cuartos" y, paralelamente, sobre calles internas y las vías del ferrocarril, de ambos lados. Los terrenos del lugar presentan notables desniveles y la distribución del espacio es irregular. Esto se debe a un procedimiento generalizado que consiste en apropiarse de espacios fiscales y redistribuirlos en posteriores ventas a quienes los solicitan y llegan a un acuerdo con el “dueño” de la tierra.


Otro tipo de adquisición de los terrenos es la donación o préstamo de los mismos por medio de relaciones y acuerdos familiares y de amistades entre vecinos. Esta práctica ya agotó sus posibilidades porque actualmente no quedan espacios libres debido al pronunciado crecimiento demográfico de la población. Las casas, en su mayoría, están construidas con materiales de recolección callejera: chapas, cartones, plásticos y paredes de madera. Son pocas las casas hechas con ladrillo y un gran número de ellas están en proceso de construcción. El promedio de personas que viven en cada unidad familiar varía de acuerdo al número de hijos y nietos de sus integrantes. Se registran numerosos casos de hogares extensos (con numerosa prole) y complejos (con parientes lejanos y-o allegados). Además se encontraron numerosas “redes familiares” o “familias cluster”: es decir, ramilletes de hogares emparentados por ambos lados de la pareja, habitando viviendas diferentes, pero próximas .


Así, los hijos de una familia que se constituyen como grupo familiar al casarse o juntarse con una pareja, por lo general, construyen una pieza, o en su defecto ocupan una habitación de la casa de uno de sus padres para vivir. Este hecho favorece la constitución de estos núcleos familiares complejos que establecen diversos mecanismos de subsistencia y apoyo moral y económico.


Este sector está desprovisto de instituciones estatales de educación, salud y seguridad. Los chicos concurren a las escuelas y centros sanitarios más cercanos a su zona. Ante la necesidad de asistencia policial deben dirigirse al "Palacio Municipal", ubicado en otro de los barrios que colindan con esta zona. Esta ausencia de los servicios asistenciales públicos en el lugar es un problema recurrente al que aluden los vecinos, que definen a este sector como totalmente olvidado del resto, llegando a considerarse abandonados y sin ningún tipo de respaldo estatal.


Se realizan movilizaciones, seminarios y charlas para los habitantes del barrio por politicos del PAN, el PRI y recientemente por Morena. Por su parte, los vecinos definen y califican a estas actividades como “cosas de ellos”, pero a los que hay que “llevarles la corriente” para no buscarse broncas. Así, muchas veces, asisten a las marchas y movilizaciones por tener una relación de dependencia economica con los organizadores de estos partidos politicos, más que por poseer ciertas convicciones que crean justas de defender. Los vecinos afirman que las modalidades de empleo e ingresos económicos de esta zona nunca fueron sostenidas por trabajos de tipo estable. Son excepcionales los casos de trabajadores “bien pagados” que realizan además algún tipo de actividad especializada. 

Así, la mayoría de los hombres de esta población afirman tener o haber experimentado desde el punto de vista ocupacional sólo actividades inestables, de baja remuneración y sin cobertura social. Si intentamos hacer una clasificación, podemos decir que un primer grupo está integrado por peones y obreros de la construcción. Este empleo está ligado al tiempo de duración de una determinada obra y a la demandas del mercado. Así hay períodos de desocupación irregulares que pueden variar de semanas a meses. El segundo grupo está relacionado al trabajo ambulante. Este empleo no es exclusivo de un género –el hombre- ni de una determinada edad –los mayores- sino que participan de él también las mujeres y los niños. 
Éstos últimos cumplen el rol de “limosneros” o para que "den lastima" y sus padres tengan mas ventas, o de algún conocido que los lleva a trabajar. 

El tercer grupo está más vinculado a formas de empleo informal como la recolección fuera del barrio de diferentes tipos de materiales como ser cartón, vidrio, plásticos, huesos, cobre, papel, etc., para su posterior venta a terceros. Aquí encontramos también los distintos tipos de “comerciantes” que se consiguen esporádicamente y que constituyen un ingreso escaso e irregular a la economía familiar, entre ellos están los vendedores ambulantes de verduras, herramientas viejas y oxidadas, ropa usada, articulos robados.


el quinto grupo las  empleadas domésticas. Dentro de este grupo podemos mencionar  a las jóvenes y no tan jóvenes que trabajan en los fraccionamientos residenciales del rumbo: Interlomas 

Otro grupo son los miles de jovenes que  realizan distintos tipos de actividades ilegales como una forma mas o menos regular de obtener recursos según la circunstancia laboral del momento. Es interesante resaltar en este punto la naturalidad con que los jóvenes que no delinquen justifican la elección ilegal de los otros pares, argumentando que muchas veces no queda opción porque la crisis laboral se torna insostenible. entre estos encontramos a vendedores de drogas, raterillos, y hasta secuestradores

Otro grupo que encontramos son algunos negocios o almacenes precarios, carnicerías, verdulerías, quinielas y puestos particulares en los mismos domicilios de venta de sándwiches, "micheladas" bebidas, dulces . 
El noveno grupo está integrado por beneficiarios que realizan distintas actividades en el marco de los “Programas de AMLO”, cuyos trabajos consisten en enredar a vecinos, con discursos trillados de politica socialista y colaborar en centros sanitarios, escuelas y lugares públicos del barrio, como ser las plazas, grutas y las calles para "promocionar" a la 4ta transformacion de Lopes Obrador

Asistencia Estatal de AMLO: su doble estatuto social.
Los numerosos planes sociales que están en vigencia en el municipio de Naucalpan repercuten directamente en los mecanismos de funcionamiento de los hogares de los barrios populares. En la actualidad tener un "beca" equivale a contar con un ingreso mínimo pero seguro mensualmente que otras actividades informales no lo generan. 

En el discurso de los vecinos circula la idea de que las becas constituyen una ayuda pero que no son suficientes, mucho menos después de la ola inflacionaria que está viviendo el país. El dinero no alcanza y los reclamos se hacen oír, denunciando que lo que realmente hace falta son posibilidades de empleo y organismos estatales que brinden las coberturas asistenciales necesarias para las personas de la zona. Sin embargo, el hecho de opinar que los planes sí benefician a la población carenciada no invalida posturas diferentes con respecto a su repercusión en la vida práctica y cotidiana de los habitantes, quienes sostienen fuertes cuestionamientos al sistema de organización y distribución de dichas becas.

La presencia de becas para estudiantes, ancianitos, mamas solteras es un fenómeno implementado por el gobierno nacional de Mexico desde la última crisis económica que experimentó el país. Constituyen planes sociales de emergencia destinados a solventar los gastos de la canasta básica de sectores carenciados y marginales de la sociedad. La finalidad que  persiguen es ayudar a las familias a sostener la educación y la alimentacion  de los chicos. 

El análisis de los efectos de los planes en las dinámicas laborales de los vecinos muestra una red sumamente compleja de relaciones y posibles sistemas paralelos de “pseudo-empleo”, que en algunos casos agudiza los procesos de desocialización o no influye positivamente en la economía y sostén económico de los hogares afectados por la crisis.

Este pseudo-empleo se evidencia en la falta de coordinación que exponen los entrevistados con respecto a los horarios de trabajo que fijan los planes, imposibilitando el desempeño en otra actividad que genere ingresos complementarios. A esta primera observación se suma el hecho de que la interpretación que hacen muchos beneficiarios de las becas  es que si consiguen un empleo temporal pierden la beca que promete ser más estable, lo que genera que muchos miembros de las familias intenten vivir con este presupuesto y continúen paliando la economía familiar mandando los chicos a cumplir con  el ciclo escolar o sólo enviándolos más o menos periódicamente a la escuela con el único fin de obtener los certificados de asistencia, necesarios para la renovación de las becas. 


Declive de la gloria industrial de naucalpan



NAUCALPAN, Méx.- De una época de gloria industrial desde los años 50 hasta la década de los 80,  Naucalpan tuvo un declive empresarial por altos impuestos, leyes ambientales y tramitología.

Para en la década de los 50 inician los parques industriales Alce Blanco y Tlatilco, y de las entonces vías rápidas de comunicación, como Periférico Norte, que comunicaban a las empresas con todo el pais.
A la par, Naucalpan tuvo un fuerte crecimiento en zonas populares debido a la llegada de trabajadores de la zona metropolitana y diferentes estados del país en busca de espacios de vivienda económica, cerca de las zonas industriales del municipio con mayor actividad industrial y crecimiento per cápita del momento, lo que generó una sobredemanda de servicios públicos que no podía soportar el gobierno, dando paso a programas como “Operación Hormiga” en los años 70 para utilizar recursos materiales de las instancias de gobierno y la mano de obra de los habitantes y crear servicios urbanos en las 311 colonias populares de esta localidad.



EL DECLIVE

A finales de los años 80 y durante los 90, la joya de la corona entró en declive, ante la aparición de grandes zona industriales en otros municipios mexiquenses, lo que generó una baja en el interés de mano de obra y en el pago de ésta, la migración de empresas que encontraron más facilidades en trámites, aunado al cambio en la modalidad del pago de impuestos y las restricciones ecológicas que afectaron a las empresas; las nuevas generaciones de naucalpenses estudian profesiones que los llevan a otras localidades.

En el año 2000, la descomposición social fue más notoria y pública en Naucalpan, ocasionada principalmente por la falta de oportunidades laborales y una remuneración adecuada al trabajo, los filtros laborales y la exigencia de mayor preparación académica que dejaba fuera de opción laboral a los jóvenes que no contaban con preparación de bachillerato mínimo, los encamino al comercio informal, la vagancia, la delincuencia dejando los mejores puestos en manos de jovenes  proveniente de otros municipios

Las zonas de los parques industriales de Naucalpan, que hace 40 años eran las segundas más importantes del País, hoy están abandonadas.

Por ejemplo: las inmediaciones de Periférico Norte, tienen capacidad para albergar nueve mil establecimientos; sin embargo, sólo están ocupados mil 350 espacios, lo que representa el 15 por ciento del total.

El 85 por ciento de los inmuebles que se ubican en las cinco áreas con vocación industrial están desocupados y en estos laboran obreros y profesionistas provenientes de otros lugares ajenos al municipio 

Ante el crecimiento desmedido en las 311 colonias, principalmente populares, y los cinco pueblos de este municipio, se convirtieron en áreas de alto peligro por delincuencia, como el caso de El Molinito, San Antonio Zomeyucan, Los Cuartos, Loma Linda, La Mancha, La Cañada, entre otras, que causó que en 2015 se aplicara la alerta de violencia de género, y en 2016 Naucalpan ingresó en la lista de las 50 ciudades más peligrosas del país.

La inseguridad hizo que la Unión de Empresarios del Estado de México (Unidem) lanzara un ultimátum: si no frenaban la ola de asaltos a sus unidades, dejarían de repartir en Naucalpan, pues tenían que pagar renta, o derecho de piso para no ser asaltados; se dieron diversas marchas ciudadanas, principalmente de la zona de Lomas verdes y San Mateo, por los feminicidios y ejecuciones en su zona y en el área del parque Los Remedios.



Cómo es vivir en un barrio peligroso de Naucalpan





En Naucalpan existen docenas de barrios peligrosos, unos no tan peligrosos y unos MUY peligrosos. Si vives ahí es casi seguro que te llevarás bien con todos los del barrio, serán tus amigos y la verdad será muy tranquilo siempre y cuando no te metas en sus asuntos y les caigas bien.

¿Es peligroso? Sí, un día cualquiera puede venir alguien a "saldar cuentas" con tu vecino, por falta  pago entre drogadictos y vendedores de drogas,  no creo que sea lindo presenciarlo u oír los golpes, insultos y balas. Aparte han existido casos en los que personas inocentes salen lesionadas o incluso mueren por una bala perdida. Y constantes riñas


Para pasarla bien viviendo ahí te tienes que llevar bien con todos aunque te caigan mal, ya que muchos de los que viven ahí son buenas personas que están teniendo una mala racha y la necesidad o circunstancias los tiene habitando ahí.

Y considero que los niños que crecen ahí (no quiero generalizar, hay excepciones) terminan teniendo una muy mala vida, pasar por esos barrios además de peligroso resulta muy triste, muy triste al ver cómo niños de 6–10 años se tratan con groserías y golpes con sus mayores, para ellos es normal ver amigos fumando marihuana, bebiendo, drogándose

Me ha tocado ver niñitos de esa edad que piden limosna y roban los bolsos o pertenencias del que pase por ahí. Y chicas desde los 14 que ya están embarazadas.

La mayoría de jovenes  solo termino la secundaria y se salen, se salen para dedicarse por completo a la vida de calle, para cuidar a la chica que embarazaron y trabajar en dónde puedan y los necesiten.

jueves, 1 de julio de 2021

Cumbres Herradura es un problema para los barrios de naucalpan






Cumbres Herradura es un problema para los barrios de naucalpan
En la página del proyecto Cumbres Herradura está un video en el cual los creadores del proyecto dan a conocer su visión de la "ciudad" y de lo que significa su proyecto comercial, hay varias joyas, que vale la pena analizar.




Dice uno de los arquitectos responsables que:




"El proyecto de Cumbres Herradura va a ser realmente como la vida del futuro tiene que ser en la ciudad. Tiene departamentos, tiene comercio, tiene entretenimiento, tiene oficinas, o sea, puedes realmente vivir, entretenerte sin tener que preocuparte por nada"


Los arquitectos nunca se hacen la pregunta sobre QUIÉNES estarán ahí, pero la respuesta es evidente. Es un proyecto de lujo, inaccesible a las mayorías de los barrios de Rio Hondo, La Mancha, Benito Juarez. Lo que expresa en realidad es el sueño de una ciudad excluyente, en la que unos no tengan que convivir con otros. Consumo, seguridad, exclusión, los pilares del neoliberalismo conjuntados en un proyecto inmobiliario que de acuerdo a sus creadores no es un proyecto aislado, sino es la expresión de un modelo de ciudad y ese es el peligro del proyecto para todos los que aquí habitamos.




En otra declaración, el director del Proyecto dice: "desde nuestro ámbito va existir lo que sucedió en Bosque Real". hagamos que eso ocurra


En medio del corazón de estas pocas áreas, ya se construye el proyecto inmobiliario conocido como Cumbres Herradura, una construcción residencial que no se detiene a pesar de la suspensión provisional concedida por el juez Décimo Sexto de Distrito en el Estado de México, Héctor Vázquez Fersuli, del Poder Judicial de la Federación, a favor de los habitantes originarios de la zona.


La suspensión provisional que es resultado del juicio de amparo 91/2021-VI-S promovido por ciudadanas y ciudadanos, establece la suspensión de la obra en construcción en el inmueble ubicado en Camino Arenero 150, colonia San José Río Hondo en el municipio de Naucalpan, es decir, el proyecto Cumbres Herradura.




Los responsables de la construcción han ignorado el mandato judicial, hasta el día de hoy, los trabajos no paran.

 



El 3 de mayo de 2021, el Poder Judicial de la Federación dictó una suspensión provisional de la obra a favor de los habitantes de la zona / FOTO: Mercedes Martínez








La suspensión dictada el pasado 3 de mayo de 2021 no es lo único ignorado: diversos sellos de “suspensión” con la leyenda de Profepa fueron rasgados o arrancados, sin mayor problema.
Habitantes de Río Hondo denuncian que el actual gobierno municipal de Patricia Durán es responsable de haber cambiado el tipo de suelo: de residencial a comercial, para permitir que la construcción se llevara a cabo, a pesar de la problemática de movilidad y falta de acceso al agua que traerá consigo.


Vecinas de la zona señalaron que se trata de una “invasión inmobialiaria” y de un “ecociodio”.
No será el único edificio


De acuerdo a la página gavacapital.com, el Proyecto Cumbres Herradura, que “combina la arquitectura moderna con espacios que satisfacen las necesidades de sus habitantes“, contará con 720 departamentos distribuidos en seis torres y que “su ubicación está en la zona poniente del área metropolitana de la CDMX a escasos metros de La Herradura“. También señala que las unidades departamentales ya se encuentran en venta.

Para construir este edificio, se devastaron áreas verdes, se talaron árboles, se terminó con la fauna y se acabó con los cacomixtles / FOTO: Mercedes Martínez






El pasado 28 de mayo, desde su página de Facebook Cumbres Herradura, el proyecto inmobiliario emitió lanzamiento de preventa para un nuevo edificio denominado Nueva Torre Alerce, donde especifica que está ubicada a cinco minutos de Bosques de la Herradura y que, con dicha compra, las personas disfrutarán “de más de 12 mil metros cuadrados de áreas verdes“.
Se robaron la calle, “taparon” el cauce del río y quemaron cacomixtles


Para llevar a cabo estas obras, se devastaron áreas verdes, se talaron árboles, se terminó con la fauna y se acabó con los cacomixtles, que incluso eran quemados para después arrojarlos a la vista de vecinos y habitantes que se opusieron a la construcción. En la zona existía una lechuza de gran tamaño, habitaba en las cuevas del lugar, pero desapareció al inicio de las construcciones.


Algo que también preocupa a los habitantes es que el edificio en curso está construido sobre una zona de minas y cuevas, por lo que consideran de gran importancia que se dé a conocer los estudios que se realizaron previo a la construcción. Los habitantes también se preocupan porque el edificio en curso está construido sobre una zona de minas y cuevas / FOTO: Mercedes Martínez




El edificio se levanta por encima del río que corre sobre la barranca Flores Magón y el acueducto Lerma, por lo que la empresa “taponeó” con cemento el río para modificar su cauce, según explicó Gloria Jiménez, vecina de la zona.Para construir el edificio, fue desaparecida una calle completa / FOTO: Mercedes Martínez






Además, desapareció una calle completa: “se la robaron“. “Por la calle De la Cruz [que ya no existe a simple vista] entraba la maquinaria de OAPAS para hacer limpieza de la barranca cada año; ahora no es posible porque simplemente la desaparecieron, a cambio nos dejaron un andador de escaleras con lámparas de adorno porque no funcionan“. Suspensión provisional concedida a los vecinos de San José Río Hondo / FOTO: Mercedes Martínez




Un edificio donde están prohibidos los edificios
El edificio perteneciente al proyecto inmobiliario es el único de la zona, debido a que la construcción de los mismos estaba prohibida en dicha colonia de asentamientos irregulares.


Esta vez, el interés comercial ha sido más fuerte, ya que se encuentra cerca de La Herradura, en Interlomas, una zona de gran plusvalía.


Además de la calle “desaparecida”, el ecocidio y la invasión inmobiliaria, habitantes de la colonia aseguran que el predio donde se erige la obra perteneció a la Ex Hacienda de los Leones, y que tras un juicio realizado en el año 1931, los dueños donaron las tierras a todo el pueblo de San José Río Hondo, para que se conviertiera en una propiedad colectiva.
“Las autoridades nos mintieron vilmente”


En una ocasión habitantes de Río Hondo dialogaron con autoridades municipales y estatales sobre la mega obra que recién comenzaba a despejar el terreno.


“Nos dijeron que no iban a colocar ni un ladrillo más, y lo decían mientras firmaban los contratos. Se burlaron de nosotros, nos engañaron vilmente“, reprochó M.G. García Herrera, presidenta de la comunidad.
“No había permisos, los permisos que se tenían era para remoción de tierra y para una barda, hasta diciembre de 2019. ¿Cómo es posible que después les otorgan permisos si ya no había permisos?“, se cuestionaron.


Un representante de Conagua dijo a los quejosos: “yo no sé porqué sigue la construcción, con todas las pruebas que tienen es para que no siguiera“… recordaron.
Respaldo estatal


En la Gaceta de Gobierno estatal del 12 de mayo de 2020 se establece que el Conjunto Urbano es de tipo mixto: Habitacional Medio, Comercial y de Servicios; denominado “PARQUE HERRADURA” y que se identificará comercialmente como “CUMBRES HERRADURA”.


En esa fecha, se consideró que contaría solo con 240 viviendas en 4,320.54 M2 para Comercio y Servicios (2,880.07 M2 de Centro Urbano Regional y 1,440.47 M2 para Comercio de Productos y Servicios Básicos), en terreno con superficie de 19,731.05 M². En Camino Arenero número 150, Fracción “A”, Colonia San José Río Hondo, Municipio de Naucalpan, Estado de México.


Rechazan la expansión del Fraccionamiento


Habitantes de la colonia Río Hondo advierten que el proyecto inmobiliario busca la expansión y apropiarse del resto de zonas verdes y recreativas.
“No hay un solo lugar de áreas verdes en ninguna de las diez colonias aledañas, todos vienen aquí“, advirtieron

martes, 18 de octubre de 2016

Ecatepec, Naucalpan y Chilpancingo son los peores lugares para vivir en México





Ecatepec, Naucalpan y Chilpancingo son los peores lugares para vivir en México

Ecatepec, Chilpancingo y Naucalpan, son  los tres peores municipios para vivir en México. Así lo dio a conocer un estudio realizado por el Gabinete de Comunicación Estratégica que se realizó en el país sobre “Las ciudades más habitables de México”.

Este estudio busca medir en una escala del 0 al 100 lo mejores lugares para vivir en el país. Basado en distintos conceptos, como lo son la calidad de vida, la calidad de los servicios y la satisfacción que tienen sus habitantes con ellos así como el buen gobierno de las localidades implementadas por sus autoridades.

Derivado de este estudio se pudo determinar que dos municipios del Estado de México, como lo son:

Ecatepec, uno de lo más grandes del estado, así como Naucalpan han sido ubicados como los peores para habitar ya que cuentan con carencias en distintas áreas como lo son:
a)la calidad de vida de sus habitantes,
b)la falta de infraestructura para la educación.
son lugares; 
a)carentes de limpieza,
b)buen servicio de transporte, así como
c) falta de seguridad pública y baja calidad de ofertas de empleo.

En cuanto a Chilpancingo, capital del estado de guerrero, también ha sido ubicada como uno de los peores lugares para vivir de todo el país debido a los malos servicios con los que cuentan, y el pésimo servicio que le dan a sus habitantes. El tema de la inseguridad en la zona también afecta de manera consistente a la localidad.

Para poder definir las calificaciones que los encuestados realizan a las diferentes entidades, se toma en cuenta la calidad de la vivienda, los servicios el funcionamiento de las escuelas públicas y privadas así como la movilidad en el espacio, la limpieza, la calidad del aire, los espacios de los que se rodean. Así como la seguridad y el empleo. Además se evalúa el desempeño de los gobernantes, su capacidad de resolución de conflictos así como la atención que brindan a la ciudadanía.

Estos estudios los realizan profesionales que hacen aproximadamente entre 300 mil y 400 mil entrevistas y encuestas.